GUIJUELO | La Hermandad vuelve a destacar a la villa como uno de los enclaves provinciales más solidarios
GUIJUELO | La Hermandad vuelve a destacar a la villa como uno de los enclaves provinciales más solidarios

El centro cultural de Guijuelo acogió esta tarde la ceremonia de entrega de medallas de la Hermandad de Donantes de Sangre de Salamanca. Es el acto que cierra el año de donaciones en la villa, y se ha reconocido la labor solidaria de 27 vecinos de la villa.
Las medallas más destacadas de la tarde fueron las Grandes Cruces con las que fueron homenajeados Antonio Santos Martín y Francisco Pinto por haber llegado a las 50 donaciones a lo largo de su trayectoria solidaria. Además, se entregaron 7 medallas de oro, 10 de plata y 8 de bronce.
Al evento acudieron en representación del Ayuntamiento las concejalas de Bienestar Social y Sanidad, Yolanda Alonso y María Teresa Montero, del área de Educación, Formación y Mujer. Por parte de la Hermandad, estuvieron presentes los delegados locales, Librada y José Antonio, además del presidente, Rogelio Carrasco, quien se mostró muy contento con los datos de las donaciones de Guijuelo: “Lo importante es que la gente vaya a donar, y afortunadamente Guijuelo es de las localidades de Salamanca donde más gente acude a donar proporcionalmente. Sobre todo gente joven, puesto que se necesita los 365 días del año y que no pare este río de solidaridad que comparte la gente. Tenemos que hacer todos un pequeño esfuerzo, los hombres pueden donar cuatro veces al año y las mujeres tres, se agradece profundamente la labor de los donantes, el sacrificio que hacen y sobre todo su solidaridad”.
Al igual que todos los años, durante la ceremonia se ofreció una pequeña charla y se compartieron los datos de las donaciones del pasado 2015. Guijuelo contó con 591 donantes, de los cuales 278 estuvieron activos, realizando un total de 359 donaciones en los 11 desplazamientos del centro de hemodonación a la villa. Unos números que evidencian el gran compromiso de la comunidad de donantes de sangre de la villa.
Listado de medallas entregadas
Gran Cruz (50 donaciones)
Antonio Santos Martín Gómez
Francisco Pinto Almaraz
Medalla de oro (25 donaciones)
José Santiago Alonso Martín
Agustín Domínguez Montero
María Ángeles García Crespo
Juan José Ingelmo Ingelmo
José Pérez Rodríguez
Francisco Javier Sánchez de Arriba
Medalla de plata (15 donaciones)
Teresa Criado Coca
Guillermo Delgado Parra
Alberto Fraile Sánchez
Isabel Maestro Marcos
María Ángeles Martín López
Juan Carlos Martín Martín
Carlos Montero Hermosa
Miguel Nieto Nieto
María Pascua Sánchez Iglesias
Faustina Sánchez Matas
Medalla de bronce (10 medallas)
José Álvarez Morales
Emilia Duarte García
Isabel Gadea Elvira
Antonio Jesús Gómez Robles
Ana Mancebo Cereceda
Sara Martín Carrasco
José Carlos Moreno Paniagua
Antonio Sevillano Pérez16/05/2016
La quimiocina (CXCL9) es la
molécula que puede parar la fibrosis (formación de tejido fibroso) que se desarrolla en la médula provocada por el síndrome mielodisplásico (defecto de las células madre que fabrica la médula ósea). Es la primera vez que se demuestran los mecanismos implicados en el desarrollo de la fibrosis en este enfermedad, que afecta a una treintena de pacientes al año en León.
La investigación está coordinada por el hematólogo del Hospital de León, Fernando Ramos, y es un proyecto del Grupo Español de Síndromes Mielodisplásicos, que ha llevado a cabo el estudio en olaboración con el Instituto de Biomedicina de León (Ibiomed).
«Si sabemos que esta molécula es importante, el siguiente paso será el de desarrollo de fármacos que permitan evitar que se forme la fibrosis y avanzar en el tratamiento del síndrome mielodisplásico», asegura Fernando Ramos.
En este hallazgo están involucrados los médicos de Hematología, Inmunología y Anatomía Patológica, Genética y Biología Molecular del Hospital de León, Anatomía Patológica del Hospital Valle del Nalón de Asturias, además de los Laboratorios de Biología Molecular del Hospital Universitario y del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, del Hospital La Fe de Valencia y el Hospital Valle Hebrón de Barcelona, así como los Servicios de Hematología de otros 7 hospitales públicos españoles que se han volcado en un estudio que ha durado ocho años.
Para analizar los mecanismos del síndrome mielodisplásico se han estudiado a 200 pacientes de toda España, «que han firmado el consentimiento informado, tras obtener la autorización del comité bioético de cada centro», explica Ramos.
El equipo nacional ha seleccionado al Hospital de León por ser uno de los centros que utiliza con mayor asiduidad la biopsia de médula ósea, un procedimiento clínico que consiste en analizar una astilla del hueso, «la única manera fiable de comprobar que existe fibrosis en la médula». La fibrosis convierte la médula ósea en algo parecido a un «estropajo», según la definición de Ramos, «lo que hace que comience a fallar». El problema de este deterioro «es que las personas con fibrosis viven menos».
El hallazgo ha destapado por primera vez que las personas que padecen el síndrome de mielodisplasia tienen mutaciones en un grupo de genes especiales llamados ‘complejo cohesina’, que son lo que regulan la división de las células «y en esta enfermedad están alterados. Esto es lo que se ha visto por primera vez», explica Fernando Ramos. Hasta ahora, estos genes estaban muy poco estudiados y el equipo coordinado desde León ha demostrado que tienen una función destacada en el desarrollo de la enfermedad.
«Hemos estudiado 111 genes en cada una de las personas. Hemos estudiado las moléculas que intervienen en la comunicación entre las células —citocinas yquimiocinas—y hemos encontrado que en esta enfermedad hay una disminución de una quimiocina, la CXCL9, que tiene una función antifibrótica.El descubrimiento abre el camino para el tratamiento de la enfermedad «considerada rara pero que tiene su importancia porque, aunque afecta a pocas personas, lo hace de una manera muy grave».
FUENTE:http://www.diariodeleon.es/noticias/sociedad/fallo-genetico-mata-medula_1069524.html

El deportista vigués David Gil coordina la marcha «700 Camisetas contra la Leucemia», destinada a aumentar el número de donantes
En el año 2001, al vigués Francisco Gil le diagnosticaron leucemia. Tenía entonces 33 años y falleció cinco después sin haber conseguido un donante de médula para un trasplante que le hubiera salvado o alargado la vida. Pasado el amargo trago, su hermano menor, David, que se dedica profesionalmente al deporte, inició una campaña que no terminará hasta que logre su objetivo. Y no acaba porque la meta es tratar de que siga creciendo el número de registros de donantes en todo el país. Para ello, hace siete años inició una acción destinada a sensibilizar a la población: la marcha 700 Camisetas contra la Leucemia, con salida desde Vigo y llegada en Pontevedra. La nueva edición (la séptima) se celebra el 12 de junio y aún están las inscripciones abiertas, aunque ya hay más de 400 personas apuntadas.
-¿Cómo empezó?
-Por la necesidad de que aparezcan nuevos registros de médula ósea en nuestro país, ya que así como en la donación de órganos y de sangre somos punteros, en este tipo de donación, no tanto. En el 2009 me decidí a recorrer Galicia corriendo. Durante 10 días hice 500 kilómetros en los que entregué cien camisetas en cada uno de los siete hospitales de las mayores ciudades de la comunidad en los que se formalizan los registros de los nuevos donantes, para los siguientes 700 nuevos registros. Comenzó así y a partir de ese año se sigue haciendo, recordando la primera etapa del recorrido con una marcha que se puede cubrir caminando o corriendo. Viene gente de toda Galicia y la repercusión es muy importante. Este año, además, nos acompañará el grupo del proyecto Discamino, promovido por el policía Javier Pitillas, que entrena a personas con discapacidad.
-¿Qué conclusión saca de estos años de campaña? ¿Ha servido de algo?
-Sí, de mucho. Me puedo congratular de que con esta iniciativa he aportado al menos mi granito de arena. En el 2005, estando aún mi hermano vivo y en la lucha, empezamos a dar información sobre este tema. De aquella había 20.000 donantes en toda España. A día de hoy hay cerca de 220.000 en toda la península y en Galicia aumentó también mucho. Según los últimos datos oficiales, a 1 de enero del 2015 había 4.235 donantes y el 1 de enero del 2016 subió a 5.582.
-¿El único remedio es que aparezca un donante compatible?
-En este caso, sí. El tipo de leucemia que tenía mi hermano tiene muy malas estadísticas en gente adulta y como no aparecía un donante compatible le hicieron dos autotrasplantes. Eso le ayudó, en un caso durante siete meses y en el otro, trece meses. En aquel momento apareció un donante compatible, alemán, pero no lo era al cien por cien. Una vez descartado, procedieron a un tratamiento paliativo y no hubo solución. A mí me mueve el sentido positivo que le di a lo que le pasó a él. Decía que no le gustaría ver a su hija en un hospital con esta enfermedad, y eso se puede remediar para ella y para todos, si hay donantes compatibles. Yo soy consciente de que algunos de los registros que se han formalizado a través de 700 Camisetas han sido donantes efectivos de algún paciente en alguna parte del mundo, con lo cual puede haber dos, tres o cuatro vidas que se han salvado.
-¿Hacerse donante es un proceso complicado o doloroso?
-No. Ni es complicado ni duele. Y salva vidas. Puede que la de mi hermano. Pero una cosa es formalizar el registro. Eso supone que hay una extracción de sangre que se analiza para que vaya al banco universal, que en España está en la Fundación Carreras. En ese momento pasan a vincularte con cualquier enfermo que necesite una médula compatible. Otra cosa es la donación en sí, que se hace cuando aparece un receptor compatible. Entonces se procede a unificar el punto de recogida de la muestra y enviarlo para hacer un trasplante. Antes se hacía con un pinchazo para extraer médula del interior del hueso y se transfundía al receptor,. Ahora se hace por un sistema que llaman donación de sangre periférica.
-¿La marcha la puede hacer cualquiera o hay que estar muy en forma para cubrirla?
-No es muy difícil, pero se necesita una preparación mínima. El año pasado hubo 221 inscritos y en esta ocasión ya superamos los cuatrocientos. Además de contribuir en lo que pueda a que la gente se informe y llegado el caso, decida ser donante, mi aspiración es que el nombre de la marcha, 700 camisetas, alcanzó el mismo número de inscripciones y agradecer la solidaridad de la gente.
-Participar no implica comprometerse a ser donante o hacerse las pruebas, ¿no?
-En absoluto. De hecho la edad para que te acepten está entre los 18 y los 55 años y tenemos participantes con más y menos edad. El punto en el que yo quiero unir a todos es en el de la información.
-¿En qué sentido?
-Por ejemplo, muchos piensan que como son donantes de órganos, ya sirve, Y no tiene nada que ver con este tipo de donación, para la cual hay que dar otro paso.
La ruta. Saldrá del Centro Comercial A Laxe el 12 de junio y finalizará en la Praza da Peregrina de Pontevedra. Hay dos rutas: 32 kilómetros corriendo y 35 andando.
Inscripciones. En la página de Facebook 700 Camisetas Contra La Leucemia o por e-mail a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
fuent: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/vigo/2016/05/25/organizador-marcha-700-camisetas-contra-leucemiadonar-medula-osea-complicado-duele-haber-salvado-hermano/0003_201605V25C12991.htm

Científicos del Instituto del Cáncer de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, han identificado una clave molecular que las células tumorales utilizan para invadir la médula ósea en ratones, donde pueden protegerse frente a la quimioterapia o las terapias hormonales que de lo contrario les podrían erradicar, informa Europa Press.
A través de años de experimentos en ratones, los científicos han encontrado la manera de superar esta táctica sigilosa, no sólo evitando que las células de cáncer de mama entren en la médula ósea, sino también descargando las células cancerosas en el torrente sanguíneo, donde podrían ser objeto de destrucción.
Los resultados proporcionan información de una de las tendencias más devastadoras de algunos cánceres de mama: la capacidad de volver
a aparecer después de ser aparentemente vencidos. Los investigadores esperan que los hallazgos, si se replican en pruebas adicionales con animales y humanos, eventualmente podrían conducir a nuevas terapias para el tratamiento del cáncer de mama. «Los estudios clínicos han encontrado que el cáncer de mama puede ser detectado a tiempo y tratado y los pacientes pueden no tener signos de la enfermedad», explica Dorothy A. Sipkins, profesora asociada de la División de Enfermedades Malignas Hematológicas y Terapia Celular en Duke. «Y luego cinco, diez o incluso 15 años más tarde, un paciente puede recaer. Muy a menudo, el sitio de la metástasis del cáncer es en el hueso», detalla.
En un artículo publicado en la edición digital de este miércoles de ‘Science Translational Medicine’, los investigadores describen cómo las células de cáncer de mama que son positivas en receptores de hormonas vagabundean a través de la sangre y los tejidos de los ratones y están a la caza de los vasos sanguíneos específicos en la médula ósea que contienen la molécula de E-selectina. Con sus claves moleculares --moléculas en su superficie que se unen a la E-selectina--, las células cancerosas entran en el tejido esponjoso dentro de los huesos, a menudo en estado latente durante años. Los cánceres de mama positivos en receptores de hormonas son el tipo más común de cáncer de mama, según la Sociedad Americana de Oncología Clínica, y crecen mediante la explotación del estrógeno o la progesterona del cuerpo.
En pacientes humanos, estas células latentes pueden resurgir más adelante y provocar la recaída del cáncer metastásico, para el cual no existe cura, apunta Sipkins, autor principal del artículo. Las biopsias de médula ósea en pacientes con cáncer de mama han demostrado que, incluso en etapas muy tempranas del cáncer, las células del cáncer itinerantes, o micrometástasis, están realizando su camino fuera de la mama y en la médula ósea, añade Sipkins.
«Ahora, sabemos la forma en que están entrando -dice--. También se identificó un importante mecanismo que les permite permanecer ancladas en la médula ósea. En el ratón, nuestros hallazgos podrían ofrecer nuevas estrategias para intervenir a nivel molecular antes de que las células latentes pueden afianzarse y provocar recaída».
Una estrategia es encontrar una manera de inhibir la E-selectina, lo que podría limitar la capacidad del cáncer para viajar hasta el hueso y resurgir como cáncer metastásico, plantea. Los científicos utilizaron un inhibidor de la E-selectina llamada GMI-1271, que se encuentra actualmente en ensayos clínicos en humanos, y vieron que el compuesto impidió con éxito que las células de cáncer de mama entren en la médula ósea en ratones.
Debido a que las metástasis microscópicas pueden propagarse a la médula ósea antes de que los pacientes estén aún diagnosticados con cáncer de mama, los investigadores también probaron una estrategia que parece poner a las células del cáncer de mama latentes fuera de su ámbito de seguridad en la médula ósea y de nuevo en la circulación. En concreto, dieron a los ratones Plerixafor, un agente utilizado en donantes de médula ósea humana para llevar las células madre al torrente sanguíneo para su recogida.
El fármaco fue capaz de forzar la salida de las células de cáncer de mama inactivas fuera del tejido óseo al torrente sanguíneo. Los investigadores presumen que la expulsión de estas células cancerosas latentes al torrente sanguíneo puede dar al sistema inmunológico, la quimioterapia o la terapia hormonal otra oportunidad para matarlas, según Sipkins. «Tenemos la esperanza de que mediante la comprensión de cómo estas células de cáncer de mama migran a través del cuerpo y cuál es su ciclo de vida, podemos descubrir maneras de hacerlas más vulnerables
y tratables --señala Sipkins--. Nuestra esperanza es seguir adelante con estudios adicionales en ratones para comprender mejor nuestro enfoque antes de pasar a los estudios en seres humanos».
EP
Leer más: Evitan que las células de cáncer de mama se escondan en los huesos http://www.larazon.es/atusalud/evitan-que-las-celulas-de-cancer-de-mama-se-escondan-en-los-huesos-OF12713418?sky=Sky-Mayo-2016#Ttt1S22kpoRx52T5
Cada año en España se detectan 28.000 casos nuevos de cáncer de próstata, el segundo más común y la sexta causa de muerte por cáncer entre los hombres en todo el mundo. Existen varios métodos para diagnosticarlo, pero no son los suficientemente sensibles y precisos. De hecho, de las 30.000 biopsias transrrectales que se realizan, solo 12.000 resultan positivas.
Científicos valencianos comprueban si los perros serían capaces de señalar la presencia de compuestos orgánicos volátiles en la orina de los pacientes con cáncer de próstata
Antes de las biopsias, los pacientes se someten a otras pruebas para detectar precozmente el cáncer de próstata. Además del tacto rectal, se encuentra la determinación en sangre de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), que ha contribuido al aumento de la detección de esta enfermedad por ser la prueba diagnóstica más sensible.
Sin embargo, el PSA no es específico del cáncer de próstata ya que puede verse aumentado por una inflamación de la próstata o por una hiperplasia benigna de próstata por ejemplo. Por ello, muchos hombres tienen que someterse a biopsias aun teniendo una patología no maligna porque sus niveles de PSA en suero son altos.
En la búsqueda de nuevos métodos de detección del cáncer menos invasivos y traumáticos es donde entran en juego los perros. Estudios anteriores ya habían demostrado que los canes entrenados pueden detectar cánceres de vejiga, pulmón o mama solo oliendo la orina de los pacientes portadores.
Un equipo del Hospital Universitario y Politécnico La Fe en Valencia comprueba ahora en laboratorio si estos serían capaces de señalar la presencia de compuestos orgánicos volátiles en la orina de los pacientes con cáncer de próstata. El proyecto, coordinado por José Luis Ruiz Cerdá en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y que busca financiación por crowfunding a través de Precipita, pretende incluir esta nueva herramienta biológica en la detección del cáncer.
“Pensamos que si existen compuestos orgánicos volátiles específicos tumorales, estos deben estar presentes en la orina y revelar la presencia del tumor”, dicen los científicos valencianos, para quienes el proyecto abre nuevas vías para investigar posibles tratamientos. El fin último es conseguir un biomarcador más específico y menos invasivo que los que existen en la actualidad para evitar las biopsias.
Para los investigadores, esta técnica favorecería al paciente por evitarle este procedimiento incómodo y al sistema sanitario porque reduciría costes hospitalarios. “Si conseguimos detectar el cáncer con tan solo un análisis de orina podemos mejorar en rapidez a la hora de diagnosticar y en conseguir una herramienta de detección mucho menos invasiva que las actuales”, apunta a Sinc Ruiz Cerdá, del hospital valenciano.
Primer paso para la detección del cáncer
Los perros como la Border collie Yuka son una parte esencial en esta investigación. “Son un miembro más del equipo investigador”, confiesa Natividad Sebastià, investigadora en el mismo centro. Sus fosas nasales son capaces de acumular entre 200 y 300 millones de células olfativas, un aparato entre 40 y 60 veces más sensible que el humano.
Son capaces de identificar de manera mucho más precisa –con un umbral de detección 100 millones de veces superior al humano– las moléculas responsables de los olores que vienen del aire inhalado y de detectar los compuestos orgánicos volátiles presentes en la orina y característicos del cáncer de próstata.
“Cada día los perros acuden al centro donde se realiza el entrenamiento para que se les presenten las muestras de orina que se ha decidido para ese día”,
Pero para ello, los perros –que son donados desde particulares al adiestrador que los acoge en su casa, situada en las afueras del casco urbano– realizan un exhaustivo y protocolizado entrenamiento con muestras con cáncer y sin compuestos procedentes del metabolismo de las células cancerígenas (muestra control). En su rutina diaria, como en la habitual, el adiestrador no olvida pasear, correr y jugar con ellos.
“Cada día los perros acuden al centro donde se realiza el entrenamiento para que se les presenten las muestras de orina que se ha decidido para ese día”, indica la investigadora. Al realizar la acción de señalizar los perros reciben siempre un estímulo positivo que puede variar entre jugar con la pelota o darles una porción pequeña de comida. “Siempre se acompaña de un reconocimiento verbal por parte del adiestrador”, dice a Sinc Salvador López, entrenador de los animales.

En la primera parte del entrenamiento –que se realiza dos veces por día generalmente, mañana y tarde y su duración es corta, de unos 15 minutos–, los canes comienzan a aprender a identificar muestras de cáncer de próstata de alta carga tumoral para fijar la huella olorosa.
En la siguiente fase, la carga tumoral es inferior por una razón sencilla: “El objetivo es intentar que se detecte el cáncer también en fases tempranas donde el tamaño del tumor es reducido y resulta más difícil que se pueda detectar mediante biopsia”, recalca Ruiz Cerdá. En ambas fases se introducen muestras de orina control de pacientes sin cáncer.
En la última etapa del entrenamiento –el test a doble ciego o examen–, los perros marcan entre seis muestras presentadas la correspondiente al paciente con cáncer de próstata. “Esta fase será la decisiva donde se examine a los perros y se valide su capacidad para señalizar el cáncer de próstata”, constata Sebastià. Estos resultados tienen una sensibilidad de más del 95%.
Una vez que los perros diferencian estas muestras, “los científicos deberíamos ser capaces de identificar estas moléculas a través de técnicas analíticas sofisticadas como la resonancia magnética nuclear”, informa Alba Loras, que también participa en el proyecto. La detección se refuerza así con un análisis metabolómico para caracterizar los compuestos cancerígenos.
De este modo, con esta combinación de herramientas y la financiación adecuada, los científicos podrán detectar mediante métodos más precisos y no invasivos (muestras de orina en lugar de análisis de sangre o biopsias) la presencia de cáncer.
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