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“Deja huella con tus buenas acciones, dona sangre”

 

 

Donar sangre deja una gran satisfacción personal, es un acto noble que busca ayudar al prójimo para que este conserve su vida. 

Afortunadamente en Armenia existe uno de los bancos de sangre más importantes de la región, el de la Cruz Roja seccional Quindío, un lugar donde se capta y procesa una considerable cantidad de unidades de sangre que luego es puesta a disposición de los pacientes que más la necesiten.

Pero pese al trabajo diario realizado por la Cruz Roja, las unidades nunca son suficientes, por lo que por estos días la entidad se encuentra trabajando en la campaña ‘Deja huella con tus buenas acciones, dona sangre’, una iniciativa que nace de la premisa básica de que una persona, por medio de un acto humanitario, en este caso el de donar sangre, está cambiando la vida de una persona y a la vez de otras vidas que la rodean.

Para Diana Cristina Rodríguez Mejía, quien es la directora del banco de sangre de esta entidad en el Quindío, uno de los objetivos con la campaña “es mostrarle al donante el compromiso de querer cambiar positivamente la vida de una persona al realizar una donación, es decirle que con un simple acto puede salvar una vida y que ese donante se dé cuenta de la importancia de ese acto hermoso”.

Sin embargo, y a pesar del trabajo pedagógico de la Cruz Roja con los ciudadanos, siguen existiendo algunos mitos que giran en torno a la donación de sangre y para aclararlos, ella responde a las preguntas más frecuentes en torno a este tema, para que de una vez se derriben los tabús que impiden a las personas tomar la iniciativa de donar. 

 

¿La sangre de los donantes se vende?
Falso, la Cruz Roja no vende las unidades de sangre, nunca lo hemos hecho y no se hará jamás, es una labor humanitaria que adelantamos solo en pro de salvar las vidas de quienes más lo necesitan.

 

Entonces... ¿Qué es lo que le cobran a las EPS o entidades de salud cuando solicitan la sangre?
Las unidades de sangre necesitan unos procesos muy específicos que generan costos cercanos a los 80 millones de pesos mensuales: la persona que opera, la persona que capta la unidad, el profesional, el médico, la logística, el transporte, el almacenamiento y los reactivos... Nosotros no vendemos sangre, lo que se paga es ese procesamiento que garantiza la seguridad de la unidad de sangre, nosotros aquí no tenemos un negocio, la gente que necesita la unidad para su familiar debe solicitarla desde la EPS o la entidad prestadora de salud que la requiera, es su derecho.

 

¿Cómo se solicita la sangre?
Por norma, la EPS o la entidad prestadora de salud debe enviarnos un formato donde se especifiquen las características de la petición de esa unidad o unidades, la cantidad, el tipo y demás variables. 


¿Un particular puede solicitar la sangre para un familiar?
Sí, pero no sería lo ideal, para eso las EPS o las entidades deben hacer la solicitud, sin embargo y ha pasado, el familiar del enfermo quiere agilizar el trámite, porque se trata de vida o muerte, y se acerca aquí para solicitarla, eso sí, con la orden del médico y con la cédula del paciente.

 

¿Esa unidad de sangre se le entrega al particular?
Por supuesto que no. Nosotros debemos enviar la unidad a la entidad, nadie la lleva, la unidad es transportada por nosotros hasta el centro de salud, con la cadena de frío pertinente. No podemos enviar la unidad ni a una casa, ni el familiar puede venir por ella, solo hacer la solicitud.

 

¿Cuál es la ruta de la sangre que captan en la Cruz Roja?
Nosotros en el banco de sangre tenemos dos procesos:

1) Captación de glóbulos rojos y

2) Captación de plaquetas. En lo primero captamos aquí en la sede y también en diferentes jornadas empresariales o en las plazas. 

Después de la colecta, estas unidades deben llevarse al banco donde les hacemos la separación de componentes. Después se ejecutan los exámenes de marcadores infecciosos, la hemoclasificación, el rastreo de anticuerpos y los fenotipos de cada unidad. Por último hacemos el almacenamiento en una nevera especializada para separar por grupos las unidades y en las condiciones óptimas. 

 

¿Esto se hace para garantizar la seguridad de los receptores de la sangre?
Claro que sí. Todo este proceso se hace para garantizar la calidad de la sangre a la vez que cumplimos con todas las normas de calidad y estándares que exige la ley.

Todo lo hacemos por los pacientes, por la vida y no sería justo que nosotros no brindáramos esa seguridad, es más, el Invima nos visita permanentemente para verificar que aquí en el banco de sangre de la Cruz Roja del Quindío hacemos las cosas bien.

 

Si una persona quiere donar, ¿qué debe hacer?
Debe remitirse a nuestra sede ubicada en la Cra. 14 23 N-60 o ponerse en contacto al teléfono 7498252 para más información. Igualmente, nos encontramos trabajando en varias jornadas de captación de sangre en diferentes puntos de la ciudad con la campaña ‘Deja huella con tus buenas acciones, dona sangre’.

 

Por David Stevens Vasco Arbeláez

fuente: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-deja_huella_con_tus_buenas_acciones_dona_sangre-seccion-la_ciudad-nota-101375

 

 

Los pacientes pueden llegar a hacer más de 30 trámites para lograr exámenes, citas y medicamentos.

 

En el 2010, se diagnosticaron en el país 71.442 casos de cáncer y fallecieron 37.894 pacientes, es decir, por casi cada dos diagnósticos falleció un paciente.

 

Gloria Jiménez consultó al médico en diciembre del 2015 luego de sentir una masa extraña en su axila derecha. En julio del 2016, cuando el cáncer de seno ya estaba en estadio III, tuvo la primera sesión de quimioterapia. Pasaron siete meses, durante los cuales realizó 10 trámites y vio a cuatro médicos diferentes antes de recibir tratamiento.

 

Pero a la señora Jiménez no le fue tan mal. Según el Observatorio Interinstitucional de Cáncer en Adultos (Oica), un paciente con cáncer en Colombia tiene que surtir 30 trámites en promedio, que comienzan con la visita al médico general, pasan por pedir las órdenes para cada uno de los exámenes, luego las citas con especialistas, para finalmente poder obtener la autorización de su tratamiento. Mientras eso pasa, miles de enfermos mueren.

 

Y es que el último informe Globocan sobre incidencia y mortalidad de cáncer en el país, publicado por la Organización Mundial de la Salud, indica que por cada 196 personas que son diagnosticadas en Colombia cada día, mueren 104. ¿Por qué?

 

Según el médico especialista en cáncer de seno Eduardo Torregroza, porque el 70 por ciento de los tratamientos en el país comienzan cuando el cáncer ya está en la tercera de sus cuatro fases, aproximadamente seis meses después de haber consultado por primera vez al médico. Solo en obtener el diagnóstico transcurren tres meses, dice el Instituto Nacional de Cancerología.

El estudio del Oica dice que entre julio del 2015 y mayo del 2016, las organizaciones de pacientes con cáncer recibieron 3.300 quejas. Las demoras en las autorizaciones para procedimientos como quimioterapias y exámenes correspondieron al 21 % de los reclamos, seguidas por la negación de medicamentos, con 18 %; demora en la entrega de medicamentos, con 12 %, y negación de servicios, con 11 %.

Precisamente por estas barreras, la Superintendencia de Salud impuso en el 2015 multas por el valor de 9.929 millones de pesos a entidades prestadoras de salud. En lo corrido del 2016, las sanciones por trabas a pacientes con cáncer ya superaron los 7.500 millones de pesos. Saludcoop, Caprecom y Cafesalud lideran la lista de EPS con más multas.

La señora Jiménez fue una de los miles de víctimas de ese sistema. Cuando visitó a su médico general, la masa extraña en su seno tenía un centímetro de diámetro, pero el día que la vio por primera vez un oncólogo, el médico ni siquiera leyó los resultados de los exámenes: su diagnóstico fue inmediato. El tumor ya comprendía todo el seno, tenía una coloración oscura, el pezón hundido, la piel de naranja y los ganglios recogidos. Aun así, pasaron casi dos meses antes de recibir la primera de las seis sesiones de ‘quimio’ que le mandaron.


Intervención tardía

En el 2010, se diagnosticaron en el país 71.442 casos de cáncer y fallecieron 37.894 pacientes, es decir, por casi cada dos diagnósticos falleció un paciente. Según el Globocan, se estima que para el 2030 esas cifras se dupliquen, con 125.000 casos nuevos de cáncer por año y 76.000 muertes.

La incidencia de cáncer en Colombia la lideran en las mujeres el de seno, y en los hombres el de próstata. Mientras por cada tres mujeres diagnosticadas en el 2014 con ese tipo de cáncer, falleció una; en el caso de los hombres, la proporción de diagnósticos y muerte fue de cuatro a una.

Para el médico Torregroza, mientras en los países desarrollados la mortalidad por cáncer de seno viene disminuyendo, en Colombia va en línea ascendente, pues solamente el 20 por ciento de los casos se diagnostica en las fases I y II de la enfermedad, y en las fases III y IV la probabilidad de supervivencia es mínima por encima de los 10 años posteriores al diagnóstico.

Estamos gastando los recursos financieros en tratar a mujeres en estadios III y IV, que son prácticamente incurables, y no en los primeros, cuyo tratamiento es más sencillo”, indicó el médico.

“La mujer aprendió todos los síntomas, consulta al médico, busca ayuda, pero el sistema les está fallando”, sentenció Torregroza, quien agregó que ni siquiera en ese tipo de cáncer, que es uno de los más fáciles de detectar por sus características, se toman decisiones a tiempo.

La supervivencia de las mujeres, señaló, se ve afectada si desde el momento en que hay síntomas hasta el inicio del tratamiento, pasan más de 60 días, algo que en promedio en Colombia está tomando el triple.

Martha Gualtero, presidenta del Observatorio Interinstitucional adscrito a la Defensoría del Pueblo, asegura que la contratación por evento, es decir, que cada fase del tratamiento lo realice una entidad diferente, es lo que genera la lista absurda de barreras de acceso para los pacientes.

Le estamos dando al paciente todo fraccionado. Es tan grave que en algunos casos la oportunidad para tener una cita con un especialista está tomando dos meses”, señaló.

Frente a esta problemática, el subdirector de enfermedades crónicas del Ministerio de Salud, José Fernando Valderrama, manifestó que la eliminación de ese fraccionamiento de los servicios es una prioridad para la política de atención integral en salud.

Para ello, anunció Valderrama, este año no solo se aprobaron las rutas de atención para cáncer de mama, cuello uterino y próstata, sino que se lanzó la Resolución 1477 para la habilitación de unidades de atención integral en cáncer, que serán instituciones situadas en los principales centros urbanos del país y donde se prestará la atención completa de cada tratamiento. Seis propuestas para unidades que estarán en Cali, Medellín y Bogotá, ya se encuentran en revisión.

Resaltó también que se está trabajando para que en el corto plazo, el tiempo transcurrido entre el diagnóstico y el tratamiento del cáncer baje de 90 a 30 días.

VALENTINA OBANDO
Redactora JUSTICIA

 

origen http://www.eltiempo.com/politica/justicia/cancer-tramites-para-recibir-atencion/16666723

 

 

 

El doctor Francesc Bosch, médico especialista en hematología, Jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital de la Valld’Hebron en España, visitó Medellín, Barranquilla, Cali y Bogotá, con el fin de compartir conocimientos y mejores prácticas con especialistas nacionales, dando a conocer su experiencia en la investigación y tratamiento de las enfermedades de la sangre.

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El Dr. Bosch estuvo presente en entidades de alto impacto en el sector salud de Colombia como: Hospital San Vicente de Paul, la Fundación Valle de Lili, el Instituto Nacional de Cancerología, la Fundación Santa Fe y la Clínica Cohan.

Bosch, especialista en leucemia linfocítica crónica, ha conseguido, junto con su equipo, innovaciones en nuevas tecnologías de análisis de enfermedades hematológicas y nuevos tratamientos para este tipo de enfermedades.

En el mundo cerca de 1.354 personas están diagnosticadas con Leucemia Linfocítica Crónica, un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos (un tipo de glóbulo blanco). En Colombia, hasta el año 2011 se habían notificado más de 12.790 casos de leucemia en general.

Según el doctor Bosch esta enfermedad se descubre en la mayoría de los casos por eventualidad, es decir “los pacientes se realizan exámenes de sangre por motivos lejanos a una sospecha por LLC, no presentan síntomas, pero la prueba detecta la presencia de un aumento de linfocitos, que son las células que constituyen la enfermedad”.

En cifras, se puede concluir que el 80% de los pacientes son diagnosticados por otros motivos y solo el 20% presenta alguna alerta como: aumento del tamaño de los ganglios, cansancio, anemia y algunos hematomas o plaquetas bajas.

Asimismo, agregó que “la LLC es una enfermedad de personas de edad avanzada, pues el promedio de edad es de 70 años siendo más frecuente en hombres”.

Actualmente la LLC es tratada a través de quimioterapias, sin embargo existen nuevas opciones orales de administración diaria, altamente eficaces que complementan las acciones propias de los tratamientos antiguos.

Respecto a lo anterior, el doctor Bosch aseguró que “actualmente los avances en la LLC han mejorado las posibilidades de los pacientes que la padecen, mejorando su calidad de vida. Un ejemplo de ello son las terapias dirigidas, que son menos tóxicas para otros órganos y actúan directamente contra las células tumorales. Estos medicamentos frenan el crecimiento y la propagación del cáncer, al interferir en la función de moléculas específicas (blancos moleculares) que participan en el crecimiento, el avance y la diseminación de las células cancerosas. Sin embargo es el especialista quien decide cuándo y cómo deben iniciar el manejo apropiado”.

fuente:

http://www.radiosantafe.com/2016/06/23/salud-solo-el-20-de-los-pacientes-con-leucemia-linfocitica-cronica-presenta-sintomas/

 

 

 

 

Este cordobés es profesional en Medicina Interna, Hematología y Oncología Clínica. Trabaja en su sueño: desarrollar trasplantes de médula ósea.

 

Aunque tiene estudios en Medicina Interna, Hematología y Oncología Clínica, José Fernando Lobatón Ramírez cursa una cuarta especialidad que es interminable, a la que le inyecta sobredosis de cariño, tiempo y afecto: el amor por su familia.

 

Estudió medicina general en la Universidad del Norte mientras que las otras tres especialidades las hizo en el Hospital Militar, en Bogotá, pero, además, tiene entrenamiento en trasplante de médula ósea en el Hospital Clinic, en Barcelona.

 

La cuarta especialidad y la que más le apasiona la hace al lado de su esposa María Clara Velásquez, Administradora de Negocios con un alto cargo ejecutivo en Montería, y de las dos hijas del matrimonio: María Camila, de 15 años, y Valentina, de 10.

 

Esa ‘academia’ familiar la desarrolla con planes que integran a los cuatro abuelos de las niñas, ir a la finca los fines de semana, o viajar, pero siempre juntos, aunque de vez en cuando aproveche para ver fútbol, sin alejarse de los seres que ama.

 

Tiene una sola hermana, Lina María Lobatón, menor que él, médica anestesióloga que también ejerce en Córdoba.

José Fernando, hincha de Millonarios, trabaja en el Instituto Médico de Alta Tecnología, Imat, entidad que describe como la clínica de referencia para todos los tratamientos de cáncer en el departamento de Córdoba.

 

Hace tres años regresó de Bogotá –donde vivió un tiempo–, pero con el objetivo claro de poder disfrutar mejor de su hogar, de su tierra sinuana y de sus paisanos, al tiempo de avanzar con otros especialistas de su talla, en el sueño profesional de desarrollar trasplantes de médula ósea, con cuatro experiencias exitosas a la fecha.

 

“Ese es uno de mis mejores aportes a la región, teniendo en cuenta que centros de trasplantes, aparte de las ciudades grandes, en las ciudades intermedias no los hay. Por eso regresé a Montería, impulsado también por mi colega hemato-oncólogo Manuel González, quien me motivó a darle vida a este proyecto”, explica Lobatón.

 

En ese mismo sitio de trabajo hace un gran aporte en el proceso de investigación de nuevas moléculas para cáncer, con referencia mundial.

 

Lobatón, además de su ejercicio asistencial de ver pacientes, desarrolla una labor académica como conferencista de algunas compañías farmacéuticas, en la presentación de nuevos medicamentos y nuevas terapias. Lo hace en varias regiones de Colombia, pero, también, en países como Perú y República Dominicana.

 

Este médico de 45 años insiste en la necesidad de llevar un estilo de vida sano para disminuir el riesgo de contraer cáncer, aunque advierte que las alteraciones genéticas no permiten asegurar que existan medidas cien por ciento eficaces para lograrlo.

 

“Es recomendable una alimentación sana, hacer ejercicios, no fumar, no consumir alcohol. Lo importante en el cáncer es detectarlo a tiempo para hacer el tratamiento con intención curativa”, explica durante la larga conversación frente al río Sinú.

 

Insiste en la necesidad de entender los signos o síntomas de alarma de enfermedades tumorales y asistir a consulta médica a tiempo.

Concluye que la máxima satisfacción de ser médico es ayudar a las personas en la parte emocional y, además, su cuarta especialidad, disfrutar de sus mejores momentos al lado de María Clara, María Camila y Valentina. gc

 

El instituto

 

El Instituto Médico de Alta Tecnología, Imat, donde labora el médico José Fernando, se especializa, entre otras cosas, en oncología, trasplante de médula ósea, atención cardiovascular, endoscopia y apoyo terapéutico a los pacientes, además de desarrollar investigaciones y estudios clínicos que aumenten la calidad de vida de los pacientes colombianos.

 

fuente:

http://revistas.elheraldo.co/gente-caribe/perfil/jose-fernando-lobaton-su-cuarta-especialidad-es-amar-su-familia-138234

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

Una niña de 6 años, procedente del municipio de Puerto Santander (Norte de Santander), se encuentra en Bucaramanga a la espera de un trasplante de médula que podría salvarle la vida pero a pesar de que al padre de la menor, Hernán Ernesto Cruz Medina, tiene una tutela a su favor que le ordena a Comparta EPS realizar el procedimiento, la entidad no ha cumplido.

Esta acción legal, que fue interpuesta el pasado 27 de enero, obliga a la EPS a realizar el trasplante, conceder atención integral, otorgarles el transporte, alimentación y alojamiento en cualquier lugar donde sea remitida para recibir sus servicios médicos, y le confiere la facultad de recobrarle al Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander todo los medicamentos y prestaciones que el Plan de Obligatorio de Salud (POS) no cubre.

 
 

 

La hija de Cruz Medina, quien padece de Anemia Aplástica, permanece desde hace nueve meses en la capital santandereana en un tratamiento de quimioterapia y radioterapia para destruir las células cancerígenas, pero, sin embargo, su organismo no asimiló el tratamiento.

 

Durante este periodo el padre de la niña, que con asesoría de la Fundación Esperanza Viva interpuso un desacato contra la EPS, no ha trabajado y ha tenido que vivir de “la caridad” del personal de la Clínica Carlos Ardila Lulle, quienes le suministran el desayuno y el almuerzo.

La menor tendría que ser trasladada a otra ciudad del país en la que sí se pueda realizar un trasplante de médula y su hermano podría ser su donante, porque mantienen una alta compatibilidad. EL TIEMPO llamó y buscó en varias oportunidades a los directivos de Comparta EPS en Bucaramanga pero los funcionarios no respondieron.

BUCARAMANGA

 

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